Paseando
este sábado por el centro de Murcia descubrí una tradición murciana que se
celebra todos los años el día de San Fulgencio en el Palacio Episcopal. Dio la
casualidad que pasábamos por la puerta del Palacio justo en el mismo momento en
el que se abrían las puertas para la degustación de
boniatos y mistela tan típicos de este día.
Como
Mr. Descalza y yo somos un poco cotillas allá que nos fuimos para dentro
siguiendo a la gran cantidad de murcianos que esperaban a las puertas del
palacio para entrar a disfrutar de tan rico manjar.
La
verdad es que había oído hablar de esta tradición, de hecho a mi suegro le
encantaba y no se la perdía ningún año, pero nunca había participado en ella y
menos aún conocía su origen. Este año después participar comiéndome un boniato,
debo reconocer que estaba buenísimo, y bebiéndome un vasico de mistela, he
decidido buscar el origen de esta tradición tan murciana.
El
16 de enero es la festividad de San Fulgencio
patrón de la Diócesis de Cartagena. La Diócesis celebra el día de su patrón con
una misa en rito hispano-mozárabe en la Catedral y con la tradición de tomar
boniatos dulces y mistela en el claustro del Palacio Episcopal.
Una
tradición que nació hace muchos años, en una época en la que había mucha
escasez de alimentos y en la que muchos murcianos pasaban hambre. Un joven
seminarista propuso la idea de compartir con los
más necesitados el delicioso postre que tomaban en el almuerzo con el
que la Diócesis de Cartagena les obsequiaba todos los 16 de enero para conmemorar
la festividad de su patrón.
La
idea consistía en repartir entre los indigentes y cuantos necesitados se
acercaran ese día a las puertas del Seminario Mayor de San Fulgencio los
boniatos asados que ellos tomaban de postre. El Seminario Mayor se encontraba
por aquel entonces en lo que hoy conocemos como la Escuela Superior de Arte
Dramático y Danza, edificio situado junto al Palacio Episcopal.
Esta
costumbre cayó en desuso hasta que en 1986 se volvió a recuperar. Aunque a
partir de entonces la invitación no solo estaba dirigida a los más necesitados,
en esta ocasión estaban invitados todos los
murcianos que lo desearan.
Este
año se repartieron más de 400 kilos boniatos, unos boniatos que se preparan en
Lorca, en la sede de Asprodes. Los boniatos son cocidos durante más de 14 horas
y llevan azúcar, limón, naranja, canela en rama y agua. Pero los boniatos no se
sirven solos la Diócesis los acompaña de un vasito de mistela.
Una
tradición que supongo que seguirá muchos años dada la gran cantidad de gente
que se acercó al Palacio Episcopal. La verdad es que da gusto ver como se
respetan y se mantienen las tradiciones murcianas.
Y
esto es todo lo que os quería contar hoy. Muchas gracias por estar ahí, nos
vemos el jueves.
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No conocía yo esa tradicion, ahora toca esperar al año que viene y lo mas difícil, acordarse jeje. Un saludico.
ResponderEliminarYo la conocía de oídas pero nunca había estado. Habrá que ponerse la alarma para el año que viene jejeje
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