Últimamente me estoy
aficionando a las investigaciones históricas. ¿Por qué lo digo? Pues por
ejemplo por lo que descubrí y os conté de Hemingway en esta entrada, mis
descubrimientos sobre la cueva de la cómica o una de mis historias
favoritas, la de Josefa Gómez, la Perla.
Es lo que tiene
internet que empiezas buscando algo, enlazas, enlazas y terminas encontrando
una historia que no conocías y que te parece super mega interesante. Y eso es
lo que me pasó hace poco, por casualidad descubrí una foto antigua del Mercado
de Verónicas que me llamó mucho la atención. Para empezar no sabía exactamente
cuál de las dos puertas del mercado representaba la foto y es que había algo
que no me cuadraba.
Al final descubrí el
ángulo correcto desde el que estaba hecha la fotografía y que era lo que yo
veía extraño. Y es que donde actualmente se encuentra el jardín del Plano de
San Francisco había un gran edificio y una iglesia. Una vez situada
correctamente la foto solo quedaba ir a buscar la información correcta. Y la
encontré, vaya si la encontré, toda una magnífica e interesante historia
murciana.
Una historia que
explica la razón por la que se conoce esta zona como el Plano de San Francisco y es que esta gran explanada debe su nombre
al convento franciscano establecido allí desde 1280
gracias a la licencia real concedida por Alfonso X y a la influencia del
franciscano Pedro Gallego.
Tras la reconquista
los franciscanos llegan a Murcia y después de ocupar varias residencias se
asientan definitivamente en el Plano de San Francisco en cuyo lugar levantaron el gran convento y la iglesia de San
Francisco.
Un convento que se
convierte en el más suntuoso y magnífico de esta ciudad y su provincia, llegaron
a vivir en él más de 100 franciscanos. Entre otros detalles cabe destacar una
grandiosa escalera de dos ramales en medio de dos patios decorados o una torre
con un reloj que daba a los cuatro frentes, torre que años más tarde fue
destrozada por un rayo.
En 1710 se construye
junto al convento la Iglesia de la
Purísima Concepción para albergar el centro de estudios de la Orden Franciscana.
Este colegio existió desde comienzos del siglo XVII pero no tuvo una sede
estable hasta este año. En él se impartían clases de Gramática, Filosofía,
Teología, Moral y Derecho Canónico. La iglesia de piedra se construye sobre una
pequeña ermita dedicada a la Purísima.
Una iglesia que
albergaba entre otras obras de arte una Inmaculada de Salzillo, la que dicen
que fue obra cumbre.
Allí permanecieron los franciscanos hasta 1835, un año
muy convulso en la historia murciana. 1835 fue el año de la desamortización de
Mendizabal pero es que además Murcia se vio asolada por una epidemia de cólera
para colmo de males se corrió el rumor de que los frailes habían envenenado las
fuentes públicas y eran los responsables de la epidemia. El pueblo enfurecido
estalló asaltando los conventos, entre otros el de San Francisco y asesinando a
los frailes. Tras la desamortización el convento y el colegio son destinados a
otros usos como cárcel, depósito de carbón u oficinas.
Con la restauración
de la monarquía alfonsina en 1900 los religiosos
vuelven a recuperar parte del convento, mientras los franciscanos se
establecen en el Colegio de la Purísima, las monjas del desaparecido convento
de Santa Isabel lo hacen en lo que queda del convento de San Francisco.
A comienzos de
octubre de 1927 el escultor Antonio Ros López finaliza el Monumento a San Francisco de Asís. El monumento presidiría la plaza
ajardinada que hoy es la entrada al Malecón. Aún se conserva el cuerpo con una
nueva cabeza en los jardines del convento de Santa Catalina del Monte mientras
que la cabeza se guarda en el Convento de Santa Clara.
El Plano de San Francisco, fotografía de Antonio Passaporte en 1930 |
Pero con la
proclamación de la Segunda República los
franciscanos tienen que abandonar de nuevo su residencia. El 12 de mayo de 1931
un incendio destruye el Convento de San
Francisco y la iglesia de la Purísima con la Inmaculada de Salzillo dentro
debido a la ola de violencia anticlerical que se despertó en aquella época.
Incendio de la Iglesia de la Purísima en 1931. Imágenes de www.facebook.com/MurciaPatrimonioDestruido |
Finalmente en los
años 60 el Convento se hunde y se derriba por completo. Y aquí termina la
triste historia de uno de los Conventos más importantes que ha tenido Murcia.
¡¡Qué pena que no se haya conservado!!
Otro día si os
apetece os hablaré de la pescadería, del Mercado de Verónicas, de la Casa
Codorniú-Hernández Ros, del Palacio del Almudí... esa zona da para muchas
entradas.
Muchas gracias por
estar ahí, nos vemos por Murcia.
Fuentes: Archivo General de la Región de Murcia, Murcia Patrimonio Destruido, Región de Murcia Digital, http://www.franciscanosofm.es, http://antoniobotias.com.
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Siempre estás magnífica con tus historias murcianas, pero hoy te has superado. Enhorabuena!!!
ResponderEliminarMuchísimas gracias Conchita. Tengo una buena ayudante que ha colaborado en la investigación, así que la enhorabuena es para las dos.
EliminarUn besazo
Buen trabajo de investigacion, internet es un gran aliado, pero hay que saber escarbar. Un saludico.
ResponderEliminarMuchas gracias Paco. Le estoy cogiendo vicio a esto de escarbar e investigar.
EliminarUn besazo amigo
Casualmente he dado con esta página. Siempre he tenido mucha curiosidad por conocer lugares y hechos de mi tierra.
ResponderEliminarGracias, seguiré lo que vayas escribiendo.
Gran trabajo y artículo, me ha llegado por whatsapp y demuestra que con suerte se puede encontrar algo interesante entre la "basura" que circula, enhorabuena.
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