Os confieso que me
encanta pasear por Murcia, me gusta recorrer sus calles, andar sin rumbo, descubrir detalles en los que nunca me había fijado... aunque parezca mentira siempre se
descubre algo nuevo.
Por eso hoy quiero
proponeros que nos demos un paseo por algunos de los barrios más antiguos de
Murcia, vámonos de ruta, una ruta que comienza en el barrio de San Andrés y
termina en el barrio de San Pedro. Espero que os guste.
La duración
de esta ruta por las calles de Murcia es de aproximadamente unas dos horas y media.
Ruta de la Plaza de San Agustín a la Plaza de las Flores
Nuestro punto de partida en esta ruta es la Plaza de San Agustín,
en pleno centro del barrio de San Andrés. Este barrio era conocido antiguamente
como el arrabal de la Arrixaca, donde los cristianos permanecieron reducidos
hasta que Aben Hud entregó el reino a Castilla.
En la plaza de San
Agustín, plaza que debe su nombre a la Orden de los Agustinos, encontramos tres
lugares dignos de mención y que bien merecen una visita:
►
Empiezo con la Iglesia
de San Andrés, los padres agustinos se trasladaron en 1579 a la
capilla de la Arrixaca y empezaron a construir en un solar colindante su
convento y una iglesia. La iglesia, inaugurada en 1689, es cuanto queda del
antiguo convento que fue demolido en el siglo XIX para hacer una plaza de toros.
La fachada, de 1762, la sustentan dos columnas corintias de origen romano
procedentes del castillo de Monteagudo y está presidida por San Andrés.
En
su interior nos encontramos con la capilla de la
Virgen de la Arrixaca, donde se venera la imagen de la que fuera
patrona de la ciudad de Murcia. En la capilla podemos contemplar ocho tablas
pintadas por José Alcaraz en las que con pan de oro y letra gótica se reproduce
la Cantiga número 169 que el rey
Alfonso X, El Sabio, dedicó a la Virgen de la Arrixaca.
►
Al lado de la Iglesia de San Andrés se encuentra la Iglesia privativa de Jesús, de
planta octogonal fue levantada hacia 1670 y concluida al final del siglo XVII.
La portada fue proyectada en 1686 por Pedro de Escalante y Blas López. Sede de
la Cofradía de Jesús en su interior se encuentran los pasos que el magistral Salzillo
realizó para la cofradía y que todas las mañanas del Viernes Santo salen en
procesión. Además sus techos están decorados con las pinturas que Pablo Sistori
pintó en 1792. La iglesia en 1955 sufrió una importante reforma para acoger parte
del Museo Salzillo.
►
El último edificio que hoy os quiero enseñar de esta plaza es el Museo Salzillo.
Un museo que se remonta al siglo XIX y que está dedicado a la obra del genial
escultor Francisco Salzillo. En él podemos encontrar los pasos procesionales de
la Cofradía de Jesús, el famoso Belén, numerosos bocetos del taller del artista
así como ajuar procesional de la cofradía. En la página del museo tenéis toda
la información sobre horarios y precios de las entradas.
Antes de empezar
nuestro paseo de hoy vamos a echar un vistazo al centro de la plaza, donde se
encuentra la escultura Murcia a Salzillo
del escultor Mariano González Beltrán. Una escultura en bronce de dos metros de
alto que representa a la mujer murciana.
Ahora sí, nos ponemos
ya en marcha y dejamos la plaza por la calle Agustinas, una calle estrechita
justo enfrente del museo. Al final de esta calle llegamos a la Plaza de las
Agustinas donde de nuevo tenemos dos lugares a los que dedicar un
ratito:
► El Convento de las Agustinas o Monasterio Corpus Christi,
del siglo XVIII, pertenece a la rama femenina de la Orden de San Agustín y es una
de las construcciones más destacadas del barroco murciano. El conjunto
arquitectónico está formado por el convento, articulado en tres patios, la
iglesia y el huerto monacal. La iglesia consta de tres naves, crucero y cúpula
decorada por el pintor Juan Ruiz Melgarejo. En su interior se pueden contemplar
imágenes como el San Agustín de Francisco Salzillo que preside el retablo mayor
o la imagen de Santa Cecilia de Roque López.
► Frente a las Agustinas se encuentra el Museo de la
Ciudad, ubicado en la antigua casa de la familia López-Ferrar. El
edificio data del siglo XVI y fue mandado construir por Don Gil Rodríguez de
Junterón, Pronotario del Papa Julio II y Arcediano de Lorca. El edificio está
rodeado por un huerto de origen hispanomusulmán regado por la acequia Caravija,
su estructura responde al concepto de huerto dividido en arriates y frondoso
arbolado donde destacan un magnolio centenario y diversos tipos de palmeras. Os
dejo un enlace a la página del museo por si estáis interesados en conocer sus
exposiciones y sus actividades.
Seguimos nuestro
camino dirigiendo nuestros pasos hacia la calle
Mariano Girada, antes llamada de
las Cadenas porque en ella se encontró el huerto de un racionero de la
Catedral llamado Juan Cadenas allá por 1416, cruzamos la calle Santa Teresa y continuamos nuestra ruta por la calle San Nicolás, una de
las más antiguas de la ciudad ya que se remonta a época árabe.
A mitad de la calle
San Nicolás, pasada la plaza Mayor, nos encontramos con la portada principal de
la Iglesia
de San Nicolás. Antigua iglesia medieval (aparece ya censada en
1272), la actual data del siglo XVIII y fue costeada por el médico y escritor
murciano Diego Mateo de Zapata. Los medallones de relieve que decoran las
entradas reproducen la apoteosis de San Nicolás de Bari han sido atribuidos a
Salzillo, aunque hay otros autores que indican que su autor es Jaime Bort. En
el interior se conservan esculturas importantes de los siglos XVII y XVIII de
Salzillo, Alonso Cano y Pedro de Mena.
Continuamos avanzando
por la calle San Nicolás y a la altura del número 14 nos encontramos una lápida
que recuerda que en ese mismo lugar, en 1812, el General Martín de la Carrera
murió acribillado por las tropas francesas del general Soult al intentar
detener su avance.
Llegamos ya al final
de la calle San Nicolás y entramos a la plaza San Pedro, presidida por la Iglesia de San Pedro.
La actual iglesia, edificada sobre el solar de otro templo medieval, que a su
vez ocupó el espacio de una antigua mezquita, se construyó en el siglo XVII y
se reconstruyó en el XVIII. En su interior destaca su capilla mayor, cuyo
patronazgo ejercía la familia Saavedra Fajardo, así como el monumental retablo
obra de Nicolás de Rueda con esculturas de Salzillo y Roque López.
Junto a la plaza San Pedro
se encuentra la mítica Plaza de las Flores que pone punto final a
esta ruta de hoy. La plaza de las Flores con los puestos de flores, su fuente,
su Niña de las Flores (escultura en
bronce de José Fuentes Aynar), sus miradores llenos de geranios, sus bares de
tapas, sus pasteles de carne…
En fin, un buen lugar
para sentarse a tomar una marinera con una buena caña para descansar después de
esta ruta turística por algunos de los barrios más antiguos y tradicionales de
Murcia.
Estoy completamente
segura que me he dejado muchas cosas en el camino, en realidad lo he hecho a
propósito porque añadir más detalles, más edificios históricos, más datos me
parecía demasiado. Así que he pensado que otro día la completaré o haré una
segunda parte, no estoy todavía segura. Solo espero que os haya gustado y que
hayáis descubierto algo que no conocierais de Murcia.
Muchas gracias por
estar ahí y por supuesto nos vemos por Murcia.
Buen paseo y si lo rematas en las flores con una cañica y una marinera yaaaaaa paqué jejeje. Un saludico.
ResponderEliminarPues sí Paco, una manera genial de terminar una visita por Murcia. De terminarla o de empezarla nunca se sabe...
EliminarUn beso
Belén