Seguro que muchos de vosotros habéis pasado mil veces por
debajo y no os habéis fijado en ella. Está tan escondida en su hornacina que
cuesta fijarse.
Pues después de conocer la leyenda de la Virgen del cuello tuerto
seguro que os fijáis en la Virgen de los Remedios la próxima vez que paséis por
delante de la fachada de la Iglesia de la Merced.
La escultura que vemos en la fachada es una reproducción de
la talla gótica del siglo XV que se encuentra en el interior del templo. La
imagen es una advocación de la Virgen de los Remedios y está tallada en un solo
bloque de piedra arenisca.
Seguro que os preguntáis ¿Por
qué tiene el cuello torcido? Pues hay una antigua leyenda que lo
justifica. Vamos a conocerla…
Corría el siglo XVII cuando una
joven y hermosa murciana era rondada por un pretendiente. La muchacha le
daba largas e intentaba resistirse a sus encantos cuanto podía. Pero llegó un
momento que tal era la insistencia del joven caballero y sospechando que su
resistencia pronto flaquearía la joven tomó una decisión.
Citó a su enamorado una mañana en la iglesia de la Merced
para que le hiciera una promesa frente a la Virgen.
Cuando ambos jóvenes se encontraron en la puerta, entraron a la iglesia y
frente a la imagen de la Virgen de los Remedios el joven tuvo que prometer que jamás abandonaría a su amada y que se casaría con ella.
El joven se lo tomó a risa pero asintió para ganarse los favores de la chica.
Pasaba el tiempo, el joven caballero no había cumplido su
promesa y el nombre de la muchacha empezaba a circular de boca en boca. Las
malas lenguas hablaban y la joven presionada por su familia fue en busca del muchacho
para recordarle su promesa.
Pero él renegó de ella y
de la promesa que le había hecho. Según él nada le había prometido. Entonces
ella le retó a volver a ir a la iglesia de la Merced para que la Virgen
aclarara cual de los dos tenía razón.
El muchacho pensó que si ya la había engañado una vez podría
hacerlo otra. Se había divertido tanto la primera vez con su mentira que porqué
no volver a hacerlo. Solo puso una condición, que tras aquella prueba ella lo
dejara en paz para siempre.
Llegó el día de la cita y de nuevo entraron juntos al
templo, ella silenciosa y él a punto de morir de risa. Se pusieron de rodillas
frente a la Virgen y entonces ella mirando fijamente a la Virgen de los
Remedios le preguntó si era cierto que en ese mismo lugar ese hombre le había
dado promesa de matrimonio.
Se hizo el silencio en la iglesia, ninguno de los dos se
atrevía ni siquiera a respirar. Entonces de repente, la
Virgen inclinó su cabeza hacia ella y asintió. Quedando así el cuello
torcido para siempre como símbolo de la mentira que había contado el muchacho.
Al joven no le quedó más remedio que cumplir su promesa y
tomar por esposa a la muchacha. Lo que no se sabe es si lo hizo por amor o por
miedo.
Y esta es la leyenda de la Virgen del cuello tuerto. Aunque claro,
la realidad nos cuenta otra cosa. Durante el barroco se tomó la costumbre de
vestir las imágenes con arreglo a la liturgia y enjoyarlas hasta la
exageración, de ahí que la imagen de la Virgen fuera mutilada al convertirla en
imagen de vestir.
Lo que vemos en realidad es un efecto óptico producido por
las ropas que viste la talla original. La imagen ofrece una ligera inclinación
de la cabeza a juego con el contraposto. Al ponerle a una imagen rígida tantos ropajes
un ligero movimiento de cabeza se convierte en un quiebre forzado, como en este
caso.
Realidad o Leyenda, cada uno que elija la versión que más le
guste.
Gracias por estar ahí, nos vemos este fin de semana por
Murcia.
Hola, tengo un grabado sobre esa virgen realizado por Juan Lariz. Representa la venida de la virgen por el rio segura, y es copia pintada por Laríz del antiguo camarín del altar. No he encontrado ninguno igual, creo que es el original por que se ven los trazos de la plumilla claramente. pedrojmros@gmail.com
ResponderEliminarGracias