Calles gremiales de Murcia

25 may 2015

Los nombres de las calles de una ciudad muchas veces nos cuentan sin darnos cuenta historias, nos revelan que ha sucedido en los rincones, en las tiendas, en las casas… de esas calles.

Los nombres de las calles son un reflejo de las vivencias, de la historia de las ciudades y por supuesto las calles de Murcia no iban a ser una excepción.

¿Os habéis fijado alguna vez en los nombres tan curiosos que tienen algunas calles del centro de Murcia? ¿Conocéis su origen?

No me refiero a las que llevan nombres de actores, de reyes, de pintores, de deportistas… esas que hoy en día se ponen desde el Ayuntamiento. Me refiero a los nombres de calles que nos relatan que pasó en esas calles hace años, nombres de calles que cuentan historias, nombres de calles que eran denominadas así por los vecinos según los oficios o actividades económicas que desarrollaban sus habitantes, como por ejemplo Jabonerías, Escopeteros, Platería…

Pues hoy me gustaría indagar un poco en el pasado de algunas de nuestras calles y descubrir por qué se llaman así.

Y comenzamos con dos de las calles más antiguas y céntricas de nuestra ciudad, la calle Platería y la calle Trapería. Ambas formaban durante la colonización árabe las principales arterias del comercio local y regional. La calle Platería debe su nombre a los talleres de plateros y joyeros que había en ella. Parte desde el lateral del Museo Ramón Gaya, cruza la Gran Vía, marca el kilómetro 0 en la plaza Esteve Mora y finalmente se cruza con la calle Trapería en las cuatro esquinas, donde había un altar de piedra dedicado a San Cristóbal (patrón de los viajeros) con una escultura a este santo. El altar estuvo hasta el siglo XIX.


El origen de la calle Trapería se remonta a la conquista de la ciudad por parte de Jaime I en 1266. Se abrió esta calle desde la mezquita Aljama (actual Catedral) hasta la puerta del norte de la medina (plaza de Santo Domingo) para separar a los cristianos de los musulmanes. Su nombre se debe al comercio de telas por parte de mercaderes malteses, genoveses y catalanes establecidos en sus inmediaciones durante el siglo XIV. Fue peatonalizada en 1902.



En el cruce denominado las tres esquinas, se juntan la calle Platería con otra calle con nombre gremial, la calle Jabonerías. Una calle que toma su nombre del gremio de los artesanos que elaboraban jabones establecidos en esta calle.



Muy cerca de la Catedral nos encontramos con otra calle con mucha historia y que acogía las tiendas de otro gremio, la calle Frenería. En esta calle se agrupó el gremio de los freneros, que fabricaban y vendían frenos en los talleres y tiendas que tenían en el barrio. Los frenos servían para moderar o detener el movimiento de las máquinas o de los carruajes. Cerca de la calle Frenería está la calle Organistas, calle dedicada al gremio de los organistas, músicos que tocan y componen música para el órgano. En Murcia había organistas que tocaban el órgano de la Catedral y casi todas las parroquias tenían órgano, principalmente San Antolín y San Bartolomé.


Y precisamente el barrio de San Antolín es un barrio en el que encontramos más de una calle dedicada a algún gremio, como por ejemplo la calle Alfareros. En esta calle se concentraba la asociación gremial de alfareros, en ella vivían la mayor parte de quienes se dedicaban a trabajar el barro. O la calle Carniceros, que adquiere su nombre por el gremio de carniceros (expendedores de carne). La actual plaza de las Flores fue en otro tiempo denominada plaza de Carnicerías. Oficio bajo la advocación de la Purísima Concepción a quien el gremio levantó un monumento en la citada plaza en el año 1782.

También en este barrio está la calle Turroneros, donde se agrupaban con sus obradores este gremio especializado en la fabricación de venta de turrones. Un gremio que exigía una preparación profesional a sus trabajadores para llegar a maestros turroneros. Y la calle Vidrieros, calle que acogía al gremio de vidrieros que practicaban el oficio de soplar vidrio. Estos ayudados de una caña para moldear, soplaban el vidrio una vez puesto al rojo vivo y modelaban jarras, jarrones, vasos y demás objetos de cristal.

Calle Vidrieros. Año 1970. Archivo General Región de Murcia

Muy cerquita de este barrio, en San Andrés, se encuentra la plaza de Yesqueros. En esta zona se concentraban los que se dedicaban al oficio de elaborar materia prima para la fabricación de la yesca, empleada para encender el fuego.

Si cruzamos el río y nos adentramos en el barrio del Carmen nos encontramos con calles como Agrimensores o Sogueadores, que se refieren al oficio de los que se dedicaban a medir la superficie de las tierras, levantar planos y trasladarlos al papel.

O con la calle Aladreros, calle que aglutinaba al oficio de los carpinteros de la construcción y reparación de carros y aperos de labranza, así como estacadas y formeros para pozos mineros. Se encuentra en el barrio del Carmen cerca de la Plaza Camachos, desde la plaza de La Paja a la de Cartagena

Y con la calle Regaliciar, la palabra regalicia incluida en el diccionario murciano o panocho como una voz propia significa regaliz. Por tanto, se supone que regaliciar es vender regaliz. Posiblemente, en esta calle existirían puestos ambulantes de esta planta.

Seguro que faltan muchas calles por mencionar, además hay muchas calles que con el paso del tiempo han perdido su tradicional nombre gremial y han llegado a nuestros días con otro nombre. La ciudad cambia y evoluciona, y los nombres de las calles se van adecuando a las circunstancias que les rodean. Otro día os hablaré de los nombres de las calles por algún elemento característico en ellas, como calle Granero o la plaza de las Flores. También de las calles con nombre de las Acequias de Murcia.


Muchas gracias por estar ahí, nos vemos por Murcia.



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