Pues sí, ya han
terminado las Fiestas de Primavera, volvemos a la rutina y a la normalidad. Y de
momento no se ven más fiestas en el horizonte, por eso he pensado que para
animarnos un poco y levantar el ánimo lo mejor es que nos vayamos de visita.
Y mi propuesta de hoy
es que nos acerquemos hasta el mismo centro de la plaza del Cardenal Belluga a
conocer un palacio del siglo XVIII, el Palacio Episcopal. Un edificio de estilo
rococó, de planta cuadrada, sede oficial de la Diócesis de Cartagena.
Su
construcción se inició en 1748 por iniciativa del obispo Don Juan Mateo, con maestros
locales vinculados a Jaime Bort, como Pedro Pagán, José Alcani y Martín Solera.
El
edificio tiene dos fachadas, la fachada que da a la plaza Belluga y la fachada de la
Glorieta, conocida también como el Martillo. Precisamente las obras se
iniciaron por la parte del Martillo, en donde se ubicaron las dependencias del
obispo. Esta portada está dividida en dos partes en forma de L: el mirador del
obispo, un saliente construido con el fin de tener un balcón sobre
el río Segura y la parte posterior del Palacio alineada con los demás edificios
de la plaza que cuenta con una artística reja.
La fachada de Belluga
cuenta con una portada principal coronada por un balcón presidido por el escudo
del obispo de Rojas, bajo cuyo mandato se finalizaron las obras y dos portadas laterales
más pequeñas. La de la derecha da entrada a la pequeña capilla del obispo, de
planta circular con columnas corintias y cornisa rococó.
En 1757 las obran
seguían un ritmo muy lento por lo que el Cabildo Catedralicio, a través del obispo
Don Diego de Rojas y Contreras, contrató a José López, discípulo de Bort, que fue
quien realmente estuvo al frente de la construcción del palacio.
Tras un nuevo parón
de las obras, en 1765 Baltasar Canestro se hizo cargo del proyecto, finalizando
los trabajos en el palacio en 1768. Canestro fue quien aportó la riqueza de los
escudos frontales, los detalles de los frisos y la decoración
al fresco de la fachada principal.
El Palacio sirvió
como cuartel general a las tropas francesas cuando en la Guerra de la
Independencia los franceses sometieron Murcia a un terrible saqueo.
Otro uso diferente al
administrativo tuvo lugar en 1862 cuando la reina Isabel II lo utilizó como
residencia cuando visitó nuestra ciudad. Al igual que cuando Alfonso XII viajó
a Murcia para estar junto a los murcianos en la trágica riada de Santa Teresa
en 1879.
Del interior del
palacio destacan el claustro, de dos cuerpos, y la magnífica escalera que une
el claustro porticado con la primera planta.
La última gran
rehabilitación del palacio tuvo lugar en el año 2000, fue efectuada y dirigida
por el arquitecto Alfredo Vera Boti.
Datos de interés:
Palacio Episcopal
Dirección
Plaza del Cardenal Belluga nº 1
Plaza del Cardenal Belluga nº 1
Horario de visita
De lunes a viernes de
9:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00.
Sólo son visitables
algunas dependencias. La entrada es gratuita.
Una curiosidad
El
primitivo Palacio Episcopal se encontraba en la manzana configurada por las
calles Salzillo, calle Azucaque, Polo de Medina y Plaza Belluga. Este palacio
ocupaba gran parte de la nueva Plaza Belluga, creada tras la reforma urbanística
que se hizo en la plaza por la construcción del nuevo imafronte de la Catedral.
Una vez
derribado el viejo palacio se construyó el nuevo en el solar que hasta entonces
ocupaba el Palacio del Adelantado Mayor del Reino de Murcia, justo enfrente del
emplazamiento anterior.
Gracias
por estar ahí, muchas gracias Pepe por tus magníficas fotos, nos vemos por
Murcia.
Muy interesante y bien explicado. Saludos
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