A veces las
circunstancias te hacen cambiar los planes, esto os lo digo porque esta no es
la entrada que tenía preparada para publicar hoy. El viernes algo me hizo
cambiar de opinión con respecto a la entrada de hoy.
Seguro que todos os
habéis enterado del terrible incendio que
tuvo lugar el pasado viernes en el Puerto del Garruchal. Un fuego que favorecido por el viento y los matorrales secos ha quemado
unas 45 hectáreas de un lugar precioso de nuestra ciudad. Todos los indicios hacen pensar que ha sido provocado porque que se hayan producido tres focos a la misma vez y tan
separados no creo que sea algo casual.
Un incendio que ha ocasionado un daño muy grave en uno de los pulmones verdes de Murcia, una zona de alto valor
medioambiental declarada zona de especial protección para las aves (ZEPA). Una zona en la que se trabaja muy duro para mantener la vegetación y la vida natural autóctonas de Murcia.
Sinceramente no puedo
entender que alguien prefiera ver el monte así:
Mi familia tiene un
terreno en el Camino de los Puros y si no
llega a ser por los bomberos, a los que desde aquí agradezco su trabajo y su
esfuerzo, todo se habría quemado y destruido. La ilusión de tener tu huerto,
tus árboles, un lugar de relax, perdido y destrozado por un pirómano, por un
loco, por no decir algo mucho más fuerte.
Un vecino ha perdido
sus animales, sus árboles, su pequeña casa de aperos, todo negro, todo reducido
a cenizas, todo desolado, todo quemado.
El fin de semana lo
hemos pasado limpiando, recogiendo cenizas, tirando escombros… todo por culpa
de un señor o señora que no tenía nada mejor que hacer esa tarde.
¿Esto en realidad le
divierte a alguien? ¿De verdad le parece a alguien un plan genial para un viernes por la tarde? Yo
no lo entiendo de verdad. Y si ha sido un accidente tampoco lo entiendo porque
los actos tienen consecuencias, la quema de rastrojos cuando no es época, tirar
una colilla por la ventanilla del coche… Me indigna la irresponsabilidad de la
gente, hay que hacer las cosas con cabeza.
Desde aquí quiero dar las gracias a los bomberos, a los vecinos, a protección civil, a los forestales
y a todas las personas y medios que han colaborado en la difícil extinción del
incendio por su duro trabajo y por su esfuerzo.
Ojalá que pronto
podamos empezar a ver cómo cambia el paisaje desolado que nos ha dejado este
incendio y cómo lo negro se vuelve poco a poco más verde.
Muchas gracias por
estar ahí. Y espero que nos veamos por un Puerto del Garruchal con vida y
futuro.
Gracias Raquel por
tus fotos.
Que fuerte que me parece Belén, siento mucho que cosas así sigan pasando, habría que cortarles las manos a estos personajes... Espero que, salvo el disgusto y la pérdida material, no hayáis tenido daños personales que lamentar. Ánimo.
ResponderEliminarMuchas gracias Isabel. Por suerte todo ha quedado en el susto y solo han sido daños materiales. Da mucha pena ver como ha quedado el paisaje pero poco a poco todo mejorará. Un besazo.
EliminarBelén