Murcia Descalza: La Papa

La vida, al igual que las entradas de un blog, está llena de contrastes. Unas veces estás arriba y otras veces estás abajo, una semana publicas sobre como perder esos kilos que has cogido durante las navidades y a la siguiente recomiendas un bar en el que se come de maravilla.

No me había dado cuenta de ese detalle cuando organicé la agenda de entradas de este mes para el blog pero al final ha salido así. Y con esto me refiero a que si en la entrada del viernes os hablaba de que era importante andar y comer sano para bajar esos kilos que hemos cogido estas navidades, hoy os quiero hacer una recomendación gastronómica.

Hoy quiero dedicar la entrada a uno de los bares que más me gustan de Murcia, un lugar sencillo pero con encanto, un bar en el que creo que no hay un murciano que no haya ido al menos una vez.

Me estoy refiriendo nada más y nada menos que al bar La Papa, en el barrio del Carmen. Un lugar clásico, de los de toda la vida, por el que no pasan los años, con su letrero de neón verde en la puerta y sus mesas con los clásicos manteles de cuadros, por La Papa no pasan los años, desde que la conozco siempre está igual, no ha cambiado nada.

Al ser un bar de barrio y con tanto arraigo es también un lugar de costumbres y de tradiciones. Es un bar pequeño, nada más entrar te encuentras la barra a la izquierda y las mesas que suelen estar siempre llenas (solo hay 5 o 6) a la derecha.

Aquí llega la primera decisión ¿Barra o mesa? Si quieres mesa tienes que pedirle la vez a la camarera y ella te avisará cuando te toque y si no pues a buscar un hueco en la barra.

Ya has encontrado sitio donde ponerte, el camarero se acerca y lo primero que te pregunta es ¿Vas a querer patatas? Siempre que voy mi respuesta es sí o sí, las patatas con ketchup y mayonesa son uno de los buques insignia de La Papa.

Y ahora llega una de las decisiones más difíciles de toda la noche elegir que bocadillico tomar. La carta es simple, una lista de más de 20 bocadillos pequeños que incluyen hamburguesas y perritos calientes, los eliges y los apuntas tú mismo en la nota. Yo tengo mis favoritos pero siempre me cuesta mucho trabajo elegir los 3 que normalmente me como.

Una vez elegidos solo nos queda esperar a que nos los preparen mientras disfrutamos de nuestras deliciosas patatas acompañadas de una cerveza o un refresco.

Al final y tras pedir la cuenta suelen invitar a un vino dulce que está muy bueno. Otro detalle a tener en cuenta es el precio, no creo que haya pagado más de 7 u 8€ por persona nunca.

Pero si hay algo que destacar de La Papa es su personal, Pepa, Emilio y el resto de la gente que trabajan allí son encantadores y te hacen sentir como en casa. Una de las cosas que más me gusta es que nada más entrar por la puerta y apoyarnos en la barra ya tenemos a Emilio diciéndonos: Patatas y dos tubos ¿no?