Un paseo por Águilas

4 abr 2016

La semana pasada aprovechando el buen tiempo de estos primeros días de primavera decidimos Mr. Descalza y yo salir a que nos diera un poco el aire y así relajarnos un poco y descansar de tantas procesiones, horas de pie y de carreras por Murcia buscando el mejor sitio para ver los desfiles procesionales.

Después de debatir un poco decidimos dirigir nuestro pasos y nuestro coche hacia Águilas. Un lugar perfecto estos días para pasear con tranquilidad, tomar un poquito el sol y descubrir rincones maravillosos.


Vamos a empezar por el principio para los más despistados o para los que no conozcáis muy bien la Región de Murcia. Águilas, con una extensión de 253.70 Km2, se encuentra situada en el punto más meridional de la Región, en la costa del Mar Mediterráneo a unos 105 kilómetros de Murcia.
  


Una ciudad que ha estado poblada desde la época paleolítica y por la que han dejado su huella muchas culturas como la argárica, fenicia, romana y musulmana. Pero la Águilas que conocemos actualmente nació de la mano de Carlos III y de sus ministros Aranda y Floridablanca al buscar un puerto que diera salida a los productos hortofrutícolas de Lorca y su comarca.


Como toda ciudad portuaria expuesta a los ataques enemigos que se precie no podía faltar en Águilas un castillo fortificado para defender la ciudad. El Castillo de San Juan de las Águilas fortificación del siglo XVIII que ha sido recientemente restaurada y convertida en museo. El castillo actual se levantó en 1756, en el reinado de Fernando VI, siguiendo el proyecto del ingeniero Feringan con la finalidad de repeler los ataques de la piratería turca y berberisca que asolaban la costa en esos momentos. Consta de tres cuerpos diferenciados: el Fuerte de San Juan, situado a poniente, la Batería de San Pedro, al este y, entre ambas, una comunicación con dos fortines que defendían el acceso al Castillo y una banqueta para la artillería.


Desde el castillo tenemos una vista completa de la ciudad, de la costa y del mar. Desde aquí podemos ver los molinos de Sagrera y los Alacranes, situados sobre dos montes en pleno centro de la ciudad. Junto al molino de Sagrera en el Barrio de los Pescadores se encuentra el recién inaugurado Centro de Difusión Turística Molino de Sagrera. Un centro cuyo objetivo principal es la promoción de la oferta turística del municipio a través de las últimas aplicaciones tecnológicas.


Una vez hecha la visita de rigor al castillo comenzamos el descenso y descubrimos el Mirador Puerta del Castillo, donde vimos la hornacina de la Virgen del Castillo y un mirador desde el que se observa el Puerto Pesquero con el Faro de Punta Negra y la Bahía de Levante.


Terminamos de bajar pasando por delante de la Casa de la Cultura Francisco Rabal y nos encontramos frente al Casino de Águilas. Un edificio construido entre 1894 y 1895 que consta de tres plantas, fachada noble, amplio vestíbulo de distribución y habitaciones. Destacan en su interior diez pinturas alegóricas realizadas en 1905 por el murciano José Sánchez, discípulo del pintor cartagenero Wssel de Guimbarda. Las pinturas se localizan en el techo del portal de acceso al vestíbulo de distribución y en las paredes de éste.


Frente al Casino en la explanada vemos el Monumento al Carnaval y tras él al otro lado de la bahía el Auditorio y Palacio de Congresos Infanta Doña Elena con su característica fachada en forma de vela de barco. Un poquito más adelante en la Plaza de Isaac Peral se encuentra el Monumento al Ferrocarril. Una de las primeras máquinas locomotoras que se usaron en Águilas, construida en 1889 en Glasgow (Escocia) y traída en barco, desmontada, al puerto de Águilas.



Continuamos nuestro paseo por calles estrechas del centro de la ciudad hasta llegar a la Glorieta de la Plaza de España. Un bello jardín con gran variedad de árboles y plantas de distintas especies, destacando entre ellas sus ficus centenarios procedentes de Brasil. Construida en 1874, en su centro tiene una antigua fuente presidida por un cisne, más conocida como la Pava de la Balsa.


En esta plaza confluyen ocho calles de las principales de la ciudad. Rodeando la plaza encontramos algunos edificios de estilo modernista así como la Iglesia de San José, siglo XIX, que guarda la imagen de la Virgen de los Dolores, patrona de la ciudad. Obra de Roque López. Pero si hay un edificio que destaca en esta plaza ese es el Ayuntamiento, un edificio del siglo XIX de estilo neomudéjar que pasó a ser propiedad municipal en 1939.


Después de tanto sol y tanto andar hicimos un pequeño descanso para comer. Terminada la comida y el café decidimos coger el coche para visitar a unos dos kilómetros del centro el embarcadero del Hornillo. Un antiguo cargadero de mineral situado en la bahía del Hornillo. Construido por la compañía británica de ferrocarriles del Sureste, a finales del siglo XIX, e inaugurado en 1903, contaba con un sistema revolucionario de carga y descarga de mineral (principalmente férrico). Ha sido declarado recientemente Monumento Histórico.


Frente al embarcadero vemos la isla del Fraile, una pequeña isla con una interesante y muy antigua historia. Habitada desde época romana, quedan en ella restos de esta época y ruinas de principios del siglo XX. Se ha encontrado ánforas y platos del siglo IV. Fue productora del licor Garum que fue muy apreciado en la antigüedad.


Muchas cosas me dejo en este pequeño paseo por Águilas, como por ejemplo la Torre de Cope, una torre de vigía y defensa restaurada sobre las ruinas del siglo XVI y situada en la bahía de Cope a 9 kilómetros del centro de la ciudad. O la Torre de la Palomas, el palomar de la Casa Grande del siglo XVIII. Su interior está en ruinas, pero el exterior se encuentra bastante bien conservado. Está situado a 2 kilómetros del centro por la carretera de Águilas a Lorca dentro de una propiedad privada rodeada de cultivos.

Águilas es una ciudad que te sorprende a cada paso, con dos magníficos paseos, el de Levante y el de Poniente, con varios museos que visitar como el Museo del Carnaval, el Museo del Ferrocarril o el Museo del Fútbol entre otros, con grandes fiestas como el Carnaval, declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional.


Pero lo bueno de Águilas es que además de su riqueza monumental también tiene a lo largo de sus 28 kilómetros de costa unas playas fabulosas donde disfrutar, pasear o bañarte tanto en verano como en invierno. Playas paradisíacas como las de Calarreona, Calabardina, Calacerrada, del Hornillo o la de Las Delicias en el mismo centro de la localidad. Además cuenta con dos espacios naturales protegidos: el Parque Regional de Cabo Cope y Puntas de Calnegre y el Paisaje Protegido de Cuatro Calas.

Una curiosidad

A finales del siglo XIX y principios del XX llegó a Águilas una numerosa colonia británica debido al auge de la actividad minera. Como consecuencia de esta invasión británica Águilas junto con la zona de Río Tinto (Huelva) se convirtió en uno de los primeros sitios en practicar fútbol de España. Su campo de fútbol El Rubial es uno de los más antiguos de España (1913).

Prometo volver otro día a seguir descubriendo rincones interesantes de esta ciudad pescadora, minera, agricultora y turística. Muchas gracias por estar ahí y por supuesto nos vemos por Murcia.

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6 comentarios:

  1. Magnifica guia, se la pasare a un amigo de la ciudad a ver si falta algo, la virhennn. Un saludico.

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    1. Muchas gracias Paco. Seguro que más de un lugar se me ha escapado pero hay que dejar algo para la próxima visita �� Un besazo

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  2. ¿Qué te voy a decir de esta fantástica reseña? Me ha encantado y emocionado ver esas fotos de mi Águilas. Gracias, Belén, por darnos un poquito de publicidad. Bss

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    1. Me alegro un montón que te haya gustado. Yo disfruté mucho de tu Águilas, de los paisajes, del castillo, del mar, de la comida... Un besazo Isa

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  3. Mezclar la historia de mi pueblo con tan hermosas imágenes de sus monumentos naturales, su cultura y sus costumbres merece el agradecimiento del pueblo aguileño que siempre se ha sentido olvidado y dejado de la mano de Dios. Muchas gracias Belén por dedicarnos tu tiempo y tus cariñosas y elogiosas palabras. Aquí tienes tu casa.Y como diría nuestro Paco Rabal, el mejor embajador que tuvo nuestra Región, besos y abrazos.

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    1. Muchísimas gracias Francisco por tu palabras, te confieso que me han emocionado. Por cierto, que buena gente tenéis por ahí y no lo digo solo por Paco Rabal (que también). Un abrazo enorme

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Muchas gracias por tu comentario. Me encanta recibirlos y por supuesto en cuanto pueda te respondo.